Holas a todos, ésta belleza que ven es nada menos que "Colette"; una schnauzer salpimienta que adoptamos hace algún tiempo atrás. Su llegada a casa fué inevitable (para mí) pues mi hija estaba empecinada en tener una mascota (la cuál yo idealizé como pececitos o hámsters..) pero jamás como un perro. No pueden imaginar mi descontento con la llegada del "nuevo miembro" tanto así que me abstuve de verificar realmente su sexo (supuestamente: macho) y que en su primera visita a la veterinaria el doctor nos cofirmó que : el campeón, bravo guardián, futuro engreído y galán , a quien habíamos bautizado como "LUKAS", era una dócil, coqueta, amorosa y tierna nena y bueno, ni modo, de allí el cambio. A lo que voy: muchos de nosotros como padres anteponemos la seguridad de nuestros hijos ( más aún si estos son nenes), y terminamos por privarlos de lo que es una hermosa experiencia la de compartir con una mascota en casa. Como madre (y ex-primera vocera de la liga "NO QUIERO ANIMALES EN CASA"), puedo decirles que el amor que éstos inspiran es tan sublime, y mucho mejor su fidelidad. Es cierto es una responsabilidad, que con gusto tomas cuando ver crecer a tus hijos con sentimientos de cariño, respeto hacia el animal, el deber de atenderlo y concientizarse de que su vida depende de nosotros. Un animal bien cuidado, educado y amado, no da ningún problema. Ahí lo tienen, para muestra un ejemplo: Colette.